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¿Y si creamos una frase basada en ser felices basados en el ahora? |
¿Y si hacemos una frase cada año? Fue lo que me pregunté en el 2016 cuando identifiqué en una persona una frase tan apropiada para el contexto en el que vivía en ese momento, y que posiblemente me acompañará en años posteriores. Así fue cuando creí que “lo que sucede, conviene”.
Estas frases no solo nacen del caos o la calma de los últimos meses del año, sino que se vuelven una brújula emocional, un recordatorio de que cada ciclo nos invita a reorganizarnos y a aspirar a ser una mejor versión de nosotros mismos.
Este año han sucedido muchas cosas alegres, así como otras tristes en donde comprendí que en el marco de la vida hay que detenerse a disfrutar cada color, incluso si sabemos que algunos tonos desaparecerán. Porque cuando nos apresuramos, el dolor de perder algo bello puede ser más profundo.
Hay cierto color que se desvaneció este año: en el amor, cerré un capítulo con una relación significativa; y en ese tránsito, apareció una persona inesperada, intensa y única, que iluminó con fuerza mi último mes del año antes de desvanecerse también. En los estudios, después de 18 meses de esfuerzo, concluí mi posgrado; y en el trabajo, un espacio increíble junto a un gran líder tuvo que transformarse.
Sin embargo, también encontré nuevos colores transformados momentos simples, en las amistades, la familia y en los sueños que empiezan a tomar forma.
De cara a 2025, me quedo con una frase que resuena profundamente, tomada de la canción Happy Now de Kali Uchis: “No aceleres a través del arcoíris”.
Este será el año de caminar con calma, saboreando cada color que la vida ofrece, sin la prisa de querer llegar antes de tiempo a donde todavía no pertenezco.
Las frases que me acompañaron años atrás