La fucking correspondencia

Para mis personas favoritas, con mucho amor Hablemos de lo lindo que es cuando los gestos que haces por otra persona, sin importar el motivo, son recíprocos y generan una correspondencia mutua. Ahora, no me malinterpreten. No hablo únicamente del intercambio de atracción entre dos personas, sino de algo más profundo: las formas de comunicarnos, los pequeños detalles, los obsequios significativos y, sobre todo, la lealtad que se traduce en tiempo de calidad o gestos muy sinceros. Son pocas las personas con las que he sentido una correspondencia verdaderamente recíproca. Por principio, a estas personas especiales, que puedo contar con los dedos de una mano, les entrego todo. Porque esa reciprocidad, expresada en una correspondencia genuina, me llena de vida. Me hace sentir libre y auténtico, hasta el punto de que no escatimo en dar de más. ¿Y cuando no hay correspondencia? Es horrible cuando no lo esperas. Duele, especialmente cuando esperas algo que no llega. Me ha pasado —como bu...